Midwest Stories: A Puerto Rican on the Road
Day 11
Hoy fue el último día que pasamos por completo en el lago. Ya varias personas se adelantaron y somos menos los que nos estamos quedando acá. Para variar, nos fuimos a dar un paseo en bote. Esta vez tuvimos la oportunidad de hacer varias paradas y para variar me uní al grupo cuando decidieron entrar al agua. En realidad era el primer día soleado y hacia bastante calor; no fue por la belleza del agua.
En realidad estuvimos casi toda la tarde fuera y cuando regresamos fue para comenzar a recoger ya que partiríamos al otro día. Solo cinco horas más en la carretera. La noche la pasamos de forma tranquila, viendo películas y jugando juegos de mesa. Por fin una oportunidad para vaguear, aunque fuera por solo unas horas. Aunque íbamos a viajar temprano, fue una de las noches que más tarde nos acostamos.
Days 12 & 13
Ya en la mañana nos dispusimos a terminar de empacar las últimas cosas para dirigirnos aKansas. Al fin de cuentas no salimos casi hasta las once de la mañana. Para detenernos luego de tres horas para ir a almorzar, bueno en realidad a desayunar. Nos detuvimos en un restaurante local llamado Smith’s que se dedica a servir platos de comida americana; para variar. Ya sin espacio para el postre, no los llevamos. Aunque les puedo adelantar que nunca no los comimos.
Luego de varias horas, llegamos a nuestro destino. Hora de desempacar nuevamente y recoger todo el reguero que traíamos luego de esos días en el lago. Se me olvido mencionar que nos cogió una tormenta de camino a Kansas, por la cual tuvimos que viajar casi a 20 millas por hora, ya que no se veía nada en la carretera. Además de que el viento estaba haciendo fiesta con el bote que estaba siendo remolcado devuelta por otro de los carros que viajaban junto a nosotros.
El resto de la tarde gracias a Dios fue tranquilo. Al menos para mi que decidí no hacer mucho. Allá los demás que andaban dando vueltas como pollo sin cabeza. Ya luego de la comida y varias películas que ya ni recuerdo me dispuse a irme a dormir. Finalmente se acabo el tiempo de dormir en los elementos, no más camas de agua o de aire. Un mattress duro y una almohada prestada, fueron la ambientación perfecta para la noche.
El día siguiente amaneció soleado y para variar nos fuimos en busca de más agua; esta vez para un parque de piscinas. Estuvimos allí varias horas y al menos no llovió, aunque el cielo se estaba poniendo medio gris. Luego de eso fuimos a hacer varias visitas y terminamos comiendo en Golden Corral. Tengo que aceptar que tienen un menú más variado que los que hay en Virginia. Y antes de finalizar la noche un viajecito a Wal-Mart por eso de hacer algo.
Days 14 & 15
Una vez más en la carretera. Esta vez nuevamente de camino a Maryland. Solo veinte horas y unos cuantos minutos para estar de vuelta en la realidad. Para variar, esta vez tomamos las carretera al sur la cual nos llevó por un tramo aburrido y largo. La mayoría de los letreros de la carretera eran de especiales para hacer cajas de dientes y los demás de tiendas para adultos. En realidad la combinación es un poco extraña aunque se que conocen los por menores.
Entre carreteras interminables y de dos carriles nos dirigimos a Kentucky. Nuestra meta era quedarnos en Louisville que es casi a la mitad del camino. Logramos esto y a eso de las 11:30pm comenzamos a buscar hoteles en el área. Siempre es bueno viajar sin reservación ya que a esa hora de la noche siempre pagas menos. Al fin y al cabo nos quedamos en el Drury Inn & Suites. Aunque de afuera parecía lujoso, el precio era razonable y las facilidades muy buenas.
Como llegamos tarde nos perdimos el popcorn y los refrescos gratis. Además de las bebidas y los piscolabis que estaban disponibles libre de costos. Eso si, pudimos disfrutar de el desayuno. De todos los hoteles en los que me he quedado, en Puerto Rico y los Estados Unidos, tengo que admitir que ellos tenían el desayuno más variado. Desde tus donas básicas hasta biscuits con gravy, revoltillo y muchas otras cosas.
Luego de comer nos dirigimos nuevamente a la carga con solo diez horas más de camino. En realidad fueron tantas millas que ya ni las recuerdo. A eso de las ocho de la noche por fin llegamos a Maryland, y de esta forma marcar la culminación de mis historias desde el Midwest. De más esta decir que fue una muy buena experiencia, pero escribir durante un viaje no es fácil.
En realidad no se como hay personas que se pueden dedicar a esto. Me imagino que para cada locura hay siempre un voluntario. Los primeros días son fáciles y a veces alentadores, pero según el peso de los días va cayendo, menos deseos tienes de abrir la computadora y muchísimo menos de pensar en como poner una palabra tras otra para formar una oración coherente.
Les agradezco a los que se tomaron el tiempo para leer mis historias, ya al fin van a poder descansar de todo este aburrimiento y comenzar a leer cosas un poco más interesantes. Próximamente, voy a añadir algunas fotos y videos para que tenga una mejor idea de lo que fueron estos días. Espero verlos prontos y ya les dejare saber de las nuevas cosas que nos depara el futuro.