Anoche de la nada volviste a aparecer en mi vida y
con tan solo dos líneas despertaste mi sentir.
Una vez más me arrastraste a tu mundo,
del que ya pensé había escapado.
Los castillos se formaron en el aire y
no pude dejar de pensarte hasta el amanecer.
Si supieras que en mi alma siempre estas,
sin importar la escases de tus palabras.